Bloque 3: comunicación escrita: la escritura

 ¡Buenos días, tardes, o noches compañeros!, espero que os gustase mi bloque 2 sobre la lectura. Esta vez os traigo algo diferente... 

¡Exacto!, la escritura, vamos a ver cómo se puede obtener una buena ortografía y caligrafía, y sobre todo cómo ayudar a los niños que tienen problemas para ello.

Este bloque probablemente sea el más difícil hecho hasta ahora, pero no lo voy a negar, me encantan los retos, así que no me voy a rendir, ¡vamos a por ello! 

Vamos a comenzar describiendo la escritura según la Wikipedia: 

La escritura es un sistema de representación gráfica de un idioma, por medio de signos trazados o grabados sobre un soporte. En tal sentido, la escritura es un modo gráfico específicamente humano de conservar y transmitir información. ¿Qué pensáis sobre ello? ¿Estáis de acuerdo? 

Con la escritura dejamos fijo el lenguaje mediante el que hablamos, a través de un conjunto de signos gráficos.  

Los niños sobre todo, cuando son más pequeños, plasman en un papel lo que sienten, lo que piensan, pero no siempre a través de palabras, sino tal vez de un signo, de un dibujo, de una letra, una palabra... Lo importante es que gracias a la comunicación escrita se pueden expresar libremente, sin necesidad de hablar. 

En todos los ámbitos de la vida, ya sea laboral o educativo, es vital la buena caligrafía y ortografía. Lamentablemente, la gente que es mayor y tenga problemas de escritura, seguramente vengan de su infancia, de una mala enseñanza, o de una mala corrección. Y es muy importante que nosotros como maestros sepamos corregir de raíz esos problemas, y les ayudemos en todo lo que podamos. 

He considerado imprescindible recordarlo porque muchos maestros al ver esto en sus aulas, optan por pasar del tema, y decir "ya aprenderá a escribir mejor", y ahí está el mayor de los problemas, en los maestros. Cuando yo estaba en el colegio como alumna, cuando he estado de prácticas como maestra en el colegio, y por experiencias de conocidos, veo necesario plasmar el pasotismo y la dejadez por parte de muchos docentes, y es muy triste, pero no por eso menos cierto. Te recalcan que escribes mal, pero no hacen nada para ayudarte, como si con 6 años supieses cómo obtener una buena caligrafía.  

Realizaremos tres casos distintos en el aula en cursos distintos: en 2º, 4, y 6º de Educación Primaria. 

En el primer caso que se nos pone, es un niño con mala letra (con errores en los trazados y letra menos evolucionada que la del resto de sus compañeros). 

El trabajo que plantearé para ayudarle a mejorarla será una serie de indicaciones no solo de trabajo, sino también de ánimo, pues el apoyo es fundamental para ellos, y ver cómo les apoyamos les puede ayudar mucho a la autoestima, y esto influye directamente en el trabajo. 

La clave está en crear rutinas y hábitos diarios, para que sea algo tan normal que les salga innato, sin esfuerzo alguno.

El alumno tiene mala letra, con errores en los trazados y menos evolucionado que la del resto de sus compañeros. No se trata de un trastorno, sino de un leve retraso. ¿Cómo podemos mejorar su competencia caligráfica?

Se me ha olvidado decir que nuestro primer alumno está en 2º de Educación Primaria, lo que hay probabilidad alta de que aún no tenga asimiladas las letras, ni los trazados, lo que significa que tenemos que empezar por ahí. 

La grafomotricidad es un conjunto de movimientos necesarios que debe hacer la mano para poder escribir, pues debemos conseguir que la adquiera, dando así el primer paso para su mejora, pues el desarrollo grafomotriz del alumno tiene como objetivo esencial completar y potenciar el desarrollo psicomotor a través de diferentes actividades. 

Es muy importante que el niño lo vea como un juego, no como una tarea, pues  de esta manera será más productivo. 

Repartiré a todos los alumnos de mi clase un adaptador de distinto color para escribir bien, y les diré que con eso escribirán más cómodos, y que además les ayuda a la hora de posicionar los dedos para coger el lápiz y mejorar la letra. Me parece que la forma en que lo diga y la motivación que se de, hace el 80%, pues ahora se van a sentir incluso atraídos con ello y van a querer utilizarlo siempre.

Más tarde elaboraré varias frases en la pizarra, con distintas fuentes de letra, y cada alumno escogerá la que más le guste. Les copiaré en su cuaderno propio frases diversas con el tipo de letra que hayan escogido, y deberán intentar copiarlas igual debajo, adquiriendo así la forma en que se hace cada letra, y acostumbrándose poco a poco a escribirlas así siempre.

Materiales empleados: adaptadores, hojas de papel impresas, cuadernos propios, pizarra, tiza, lapiceros, y gomas de borrar.

Segundo caso:

Nos encontramos a otro alumno, de 4º de Educación Primaria, el cual tiene un cierto retraso en la competencia caligráfica.

Es un caso distinto al de segundo de primaria, pues tiene más desarrollados los conceptos y es más difícil corregirlos, ya que está más acostumbrada a escribir y cada vez hará los errores con más frecuencia, por lo que empezaremos por la raíz. Esta clase trabaja en grupos de 4, y casualmente haremos un concurso de caligrafía, en el que habrá un ganador por grupo, y ese será el coordinador ese día de su grupo, en esta etapa todos quieren mandar un poquito más que el resto y sentirse respetados, pues es una buena recompensa para esforzarse. Cuando finalice, aunque no gane, le diré que lo ha hecho genial, despacio y con buena letra, y cada día me acercaré a recordarle lo bien que lo hizo ese día, y que siga haciéndolo así todos los días, que ella puede. 

Después...¡Vuelta al origen!, vamos a separar letras. Le pondré un texto breve de la fuente de letra con la que más cómoda se sienta, y le diré que lo copie debajo. Cuando acabe, le pediré que coja palabra por palabra, y la escriba así: 

La mochila de Laura estaba en casa de su amigo.

L a    m o c h i l a    d e    L a u r a   e s t a b a   e n   c a s a    de   s u   a m i g o .

De esta manera no puede unir letras y hacerlo rápido y mal, sino que tiene que hacerlas individuales, forzándose a hacerlas de la misma manera que el texto de arriba, hasta que día a día le salga de manera inconsciente y le salga solo. 

Materiales empleados: hojas de papel impresas, cuadernos propios, pizarra, tiza, lapiceros, y gomas de borrar.

El último caso que tenemos, es de un alumno de 6º de Primaria, el cual tiene un cierto retraso en la competencia caligráfica. Probablemente debido a la etapa en la que se encuentra, la pubertad. Su cambio de letra a peor puede ser debido a varias opciones, como la imitación hacia un amigo (ven la letra de su amigo y les gusta, e intentar imitarla, o la de otro compañero con muy buenas notas), porque inconscientemente puede pensar que si hace la letra igual, obtendrá los mismos resultados. O bien por sus descubrimientos propios, ha encontrado un tipo de letra que le encanta y quiere hacerla, pero no le sale y hace que sea ilegible. 

Seguramente la letra que haya escogido sea la que utilice a partir de ahora para siempre, por lo que es muy importante que sepa hacerla debidamente. 

Elaboraré un texto propio con la tipografía que él haya escogido, a continuación le daré un cuaderno de rayas para que intente no salirse de ambas líneas, y deberá copiar el texto debajo hasta que vaya asimilando cómo se hace cada letra de esa fuente. Paso a paso se irá notando en las demás actividades escritas que hagamos, pues esto le tomará tan solo una parte muy corta de la clase diaria.

Materiales empleados: hojas de la tipografía, cuaderno de la maestra, cuaderno del alumno, bolígrafo, lapicero, y goma de borrar. 

Evaluación:

Para la evaluación utilizaré algo diferente, y en vez de rodear con el boli Bic rojo lo que está mal, lo haré en positivo. Porque...¿nunca os ha pasado que en las tareas en las que teníais algo mal os señalaban solo lo malo y te sentías un poco inútil?,

porque a mí sí, si de a lo mejor 50 palabras, tenías errores en 12, estaba casi todo el cuaderno de rojo, en cambio, si también te señalasen en amarillo por ejemplo las que están bien y sus aciertos, compararías y tendrías más ánimo para seguir haciéndolo bien, mejorar los errores, e intentar tener los menos posibles. Y esto es algo preocupante de verdad en este sistema educativo, pues solo se señala lo malo, lo bueno no porque es ''lo que hay que hacer'', pero no podemos dejar de pensar en ellos, en los alumnos, que son los verdaderos protagonistas, y claro que hay que decirles lo que hacen mal para que la siguiente vez lo corrijan, porque fallar es aprender, pero también hay que darles lo positivo, en lo que aciertan, darles algo de seguridad y confianza en sí mismos, porque si solo miramos lo malo, es normal que cientos de niños se desanimen y quieran dejar el colegio en cuanto se les permite. 

Con un rotulador amarillo pondré todo lo que está bien, e iré poniendo mensajes, ''sigue así'', ''muy bien'', y en rojo aquello que no está bien, ''!así no es¡, ''!prueba otra vez'', y similares, pero sobre todo que sea crítica constructiva, es decir, mirar el fallo con ellos para que aprendan y ayudarles, no para humillarles, hundirles, o hacerles pensar que no sirven para nada. 

Me parece fundamental el que estas actividades se tomen de forma natural, como un ejercicio más diario, como lo es apuntar las tareas en la agenda, y si puede ser que lo hagan todos los integrantes del aula para que nadie se sienta discriminado por hacer una ''tarea'' extra. Los que lo hacen bien, pueden seguir progresando adecuadamente, los que están a punto de conseguirlo, entrenar y esforzarse un poquito más, y los que estén más perdidos, lograr avanzar en su respectivo nivel, no al nivel de la clase, pues cada uno tiene un ritmo y no hay que exigir lo mismo a todos, ni superar a nadie, sino superarse a sí mismo.

Bibliografía: https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/aprendizaje/dificultades-de-aprendizaje-mas-comunes-en-ninos-de-primaria/ 

https://ayudaenaccion.org/ong/blog/educacion/escritura-creativa-ninos/ 

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